Mi post más triste.
He estado ausente unos meses pero ha sido por una razón de peso. Después de unos meses de enfermar y no sobreponerse, mi abuela nos dejó. Para mí, que me he criado con ella y que he vivido gran parte de mi vida a su lado, ha sido muy duro ver su deterioro y ver como se ha ido apagando.
Se suele decir que el ser humano no valora lo que tiene hasta que lo pierde. Yo puedo decir que valoré muchísimo a mi abuela.
Pero debía volver al blog. Encontrar las ganas, el momento y la energía. Reconozco que me ha costado. Ha habido momentos en los que el trabajo, mi familia, mi chico y Lola, eran lo único que me ayudaba a tirar para adelante.
A principios de año, mi abuela, mi amiga, mi confidente, se rompió la cadera. Yo no se qué pasa con ese tema, pero cuando las personas mayores pasan por eso, entran en barrena con complicaciones médicas. Estuvo peleando desde el primer día, tuvo momentos de todo, de cabreo, de depresión, de mucho ánimo. Luchó como una campeona hasta que ya no pudo más. Su cuerpecito se cansó de luchar y nos ha dejado con un hueco en el corazón.
Para mi ha sido mi primera gran pérdida porque aunque ya no me quedan abuelos, la unión que tenía con ella, no la he tenido con ninguno. Nos entendíamos con sólo mirarnos, una caricia nos conectaba mejor que mil discursos... Nuestras charlas sin fin , nuestros intentos de arreglar el mundo, su curiosidad por saber sobre las cosas que me preocupaban... Su sonrisa, su amor, sus buenas palabras para todo el mundo...
Hace ya 2 meses que nos dejó y aunque cada día que pasa se va llevando mejor, hay una cicatriz en el corazón que durará para siempre. Tardé un mes en poder hablar de ella y no sentir un hueco en el pecho. Y todavía hoy, 2 meses después, me descubro hablando en presente sobre ella o soltando alguna lágrima cuando un recuerdo se me cruza por la cabeza.
He tenido la suerte de disfrutarla durante muchísimos años. De haber compartido millones de momentos con ella. Se que se fue tranquila pero ha dejado un hueco enorme que sólo el tiempo me enseñará a vivir con él. Así que, si me aceptáis un consejo, si tenéis abuel@s, disfrutadlos, cuidarlos y aprovechar cualquier momento con ellos.
Y después de este post explicativo, que creo que os debía, vuelvo a esto, que me ha dado tantas cosas buenas durante tanto tiempo y que espero que me las siga dando.
¡FELIZ LUNES!